miércoles, 10 de agosto de 2016

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¿O debería decirte Bicampeón?

Ser campeón es una alegría inmensa, son cosas que no pasan todos los días. Y menos en este Club. Club humilde, que siempre fue victima de burlas. Lograste un campeonato en la Divisional B. de gran mérito. Pero lo mejor todavía estaba por llegar.
Por allá en 2011, año que todos recordaremos. Logramos el primer titulo en la A. Como DT diste mucho, le diste oportunidades a los pibes de nuestra cantera, para que brillaran, para que dejaran todo en la cancha. Y así fue. Y por muchos de tus aciertos. Logramos salir campeones.
Más allá de volver a tener la oportunidad de salir campeones. No se nos dió. No fue culpa nuestra. Dejamos todo, pero hay equipos, que, quizás, dieron más. -No es hora de lamentos-.
Clasificamos, por segunda vez, al Federal C, en 2014. Preparaste un plantel, pero para nuestra desgracia, no pasamos de ronda. Y amargados, a esperar el torneo Local. Y llegó el mejor año de nuestras vidas, calculo yo, y eso que todavía no les conté por qué.
EL BICAMPEONATO. ¿Se lo imaginan? ¿Sí? Bueno, no saben lo que fue sentirlo.
Miguel preparó un gran plantel para lo que venía. Lo preparo de tan manera que nuestros gurises se integraron, y el equipo de unió. Uno de los mejores equipo de Juventud.
Llegó el primer campeonato, en cancha de Central. Y no saben la felicidad que me da recordar esto. Y agradecer, agradecerte, Miguel. Porque guiaste a este equipo con la inteligencia que pocos pudieron poner en juego.
Pero el título más importante fue el segundo del año 2015., No porque fuera el -Bi-, sino porque fue contra nuestro clásico. Y todavía tengo los gritos del penal de Johan asotándome en los oídos.
Me acuerdo, Miguel, que escogiste definir en la cancha de Deportivo. Y que todos se rieron de vos. Se burlaron, te jactaron de mal perdedor. De elegir la cancha de ellos porque no querías que te dieran la vuelta en tu cancha.
Pero vos y tu inteligencia ganaron otra vez. Dirigiste los penales, pusiste orden. Y fue ahí que lloraste desahogado, sabiendo que habías salido campeón por segunda vez en un año, haciendo historia, guiando al equipo que todos dieron por muerto mas de una vez. Lograste cosas increíbles. Hiciste que todos los equipos nos jueguen a morir. Le diste oportunidades a jugadores que dieron de que hablar. Sacaste bicampeon al equipito de Urdi, ese al que precisamente lo llamaban amargo, pecho frío. Y dejaste a la mitad de esta ciudad lamentándose de perder la final ante su clásico.
Ni hablemos del Provincial de Clubes. No salimos campeones. Pero la campaña que hiciste Miguel, no tiene nombre. Sufrimos mucho, nos echaron jugadores de suma importancia, y con calma, elegiste pensar, y así lo hiciste. Nos llevaste a la final del Provincial. Pero lo más destacado fue, ganarle a Achirense. Lograr empatarle la serie, e ir a los penales. Le diste la oportunidad al arquerito de la cantera, aquel que le atajó el penal decisivo a un jugador del equipo más ganador de la Liga de Colón. Y clasificamos. Perdimos la final. ¿Y que importa? HICIMOS HISTORIA. HICISTE HISTORIA, LA ESCRIBISTE, MIGUEL.
Fueron muchas alegrías, y llego el tiempo de decir adiós.
Solo queremos desearte la mejor de las suertes, y que, al igual que nosotros, hayas disfrutado de dirigir un equipo que demostró ser más de lo que decían lo demás y poder cerrar bocas.
Me faltan palabras para describir esto, pero quiero agradecer de corazón. Gracias estar a la cabeza de este grupo.


¡¡Muchas gracias, Bicampeón!!

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